La cúa y yo, una historia de amor consumado

Abstract

"Llevaba tantos años queriendo conocerla en persona, que la encontré sin buscarla, literalmente perdiéndome yo primero. Estaba en el Bosque de la Placa (cerca de Puerto Escondido, Independencia), sin forma de dar con la ruta de vuelta hacia el camino principal. En ese entonces no existía la caseta de guardaparques siquiera. Miraba a todas partes y todo me parecía igual. Ya comenzaba a desesperarme cuando oí el balar de un chivito, lo cual me pareció extraño. Pero lo que oí a seguidas me dibujó una gran sonrisa: ¡¡¡cú-a!!!" Se trata de la cúa (Coccyzus rufigularis). Es un ave grande que mide entre 43-51 cm. Sus partes superiores son de color gris, su garganta es de color castaño rojizo y su vientre y patas tienen un color anaranjado. La cola larga y negra tiene puntas blancas. Su pico es grueso y algo curvo. Pertenece a la familia de los cucúlidos y al género Coccyzus. La Cúa es una especie endémica de la Isla Hispaniola y además monotípica, es decir que no tiene subespecies. La única especie que se le parece es el pájaro bobo, pero este tiene el pecho de color gris pálido y es algo menor. Aunque históricamente ha sido reportada en varios lugares, para los observadores de aves y fotógrafos, en República Dominicana, los mejores lugares para verla son: la Reserva Biológica Loma Charco Azul, cerca de Puerto Escondido en la provincia Independencia; Los Quemados de Azua, cerca del Parque Nacional Francisco Caamaño Deñó y en Río Limpio, cerca del Parque Nacional Nalga de Maco en la provincia Elías Piña.